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Esta guía utiliza los kanji desde el principio para ayudar al lector a leer japonés “real” cuanto antes. Con este fin, vamos a dejar de lado determinadas propiedades de los kanji y vamos a pasar a discutir algunas estrategias para aprenderlos rápida y eficientemente. Saberse los kanji no es fácil pero no es en absoluto imposible. La parte principal de esta empresa es adquirir dos habilidades aprender kanji y tiempo. En resumen, memorizar los kanji más allá de la memoria a corto plazo se consigue con mucho estudio y, lo que es más importante, durante mucho tiempo. Y con esto no me refiero a que haya que estudiar 5 horas al día, sino repasar como se escribe un kanji varias veces al mes hasta estar seguro de haberlo conseguido. Esta es otra de las razones por las que esta guía empieza utilizando kanji directamente. No hay razón alguna para retrasar hasta el nivel avanzado la enorme tarea de aprender los kanji. Estudiando kanji a la par que vocabulario nuevo desde el principio, la inmensa tarea de aprender kanji se divide en pequeñas partes manejables, y el tiempo extra ayuda a que los kanji aprendidos se asienten en la memoria permanente. Además, esto nos ayudará a aprender nuevo vocabulario, que a menudo contendrá combinaciones de kanji que ya conocemos. Si empezamos a aprender kanji después, este beneficio se pierde o se reduce.
Algunos caracteres (especialmente los más comunes) pueden tener más de una lectura 音読み o 訓読み. Por ejemplo, en la palabra「怪力」, 「力」 se lee 「りき」 y no 「りょく」. Algunas palabras compuestas pueden tener, además, lecturas especiales que no tienen nada que ver con las lecturas de los caracteres aislados. Estas lecturas hay que aprenderlas de memoria. Afortunadamente, estos casos son pocos y aparecen muy de vez en cuando.
訓読み se utiliza también con los adjetivos y con los verbos, además de con los caracteres aislados. Estas palabras llevan muchas veces una cadena de kana (denominada okurigana) unida a la palabra. La lectura del carácter chino es la misma, aunque la conjugación de la palabra varíe. Por ejemplo, el pasado del verbo 「食べる」 es 「食べた」. Aunque el verbo haya cambiado, la lectura de 「食」 no varía. Los okurigana sirven también para distinguir los verbos transitivos de los intransitivos (más sobre esto más adelante).
Otro concepto difícil de pillar al principio es que muchas veces las lecturas reales de un kanji cambian ligeramente en palabras compuestas, para facilitar la pronunciación. Las transformaciones más habituales son que la / h / cambie a / b / o a / p / o que la 「つ」 se convierta en 「っ」. Como ejemplos tenemos: 「一本」、「徹底」 y 「格好」.
Otro aspecto curioso de los kanji con el que os vais a encontrar, es que hay palabras que significan prácticamente lo mismo, y tienen la misma lectura, pero utilizan kanji diferentes para conseguir una pequeña diferencia de significado. Por ejemplo 「聞く」(きく) significa escuchar, lo mismo que 「聴く」(きく). La única diferencia es que 「聴く」 significa prestar una atención mayor a lo que estás oyendo. Por ejemplo, oír música prefiere casi siempre「聴く」 a 「聞く」. 「聞く」 también puede significar “preguntar” y “oír” pero 「訊く」(きく) solo significa "preguntar". Otro caso más es el hecho común de escribir 「見る」 como 「観る」 si se está hablando de ver una representación, como por ejemplo una película. Otro ejemplo interesante es 「書く」(かく) que significa “escribir”, mientras que 描く(かく) significa “dibujar”. Sin embargo, para describir una imagen abstracta, tal como una escena en un libro, la lectura de dicha palabra 「描く」 se vuelve 「えがく」. Se da también el caso de que el significado y el kanji se mantengan, pero que tengan varias lecturas, como es el caso de 「今日」 que puede ser 「きょう」、「こんじつ」 o 「こんにち」. En estos casos no importa realmente la lectura que se elija, aunque a veces se prefieren determinadas lecturas en determinadas situaciones.
Para terminar, hay un carácter especial 々 que no es realmente un carácter. Indica, nada más, que se repite el carácter anterior. Por ejemplo, 「時時」、「様様」、「色色」、「一一」 pueden escribirse, y generalmente se escriben, como 「時々」、「様々」、「色々」、「一々」.
Además de estas “facetas” de los kanji, veréis una gran cantidad de interesantes extras y sorpresas que los kanji guardan para vosotros cuando avancéis con el japonés. Ya decidiréis por vosotros mismos si lo que digo es o no en plan sarcástico. Sin embargo, no os asustéis pensando que el japonés es increíblemente difícil. La mayoría de las palabras de este idioma tienen, por lo general, un solo kanji asociado y la mayor parte de los kanji no tienen más que dos lecturas.
Algunas personas piensan que el japonés debería haber cambiado del chino al romanji, y librarse de todos los complicados caracteres que dejaban perplejos a los demonios blancos extranjeros. De hecho, el coreano ha adoptado con gran éxito su propio alfabeto, para simplificar lo más posible su lenguaje escrito.Y entonces, ¿por qué no funcionó esta fórmula con el japonés? Y planteo esta pregunta en pasado porque creo que el gobierno intentó, con poco éxito, sustituir los kanji con romanji poco después de la guerra. Creo que todo aquel que haya escrito en japonés, aunque sea poco, sabe perfectamente por qué ésto no funcionó. En el momento de convertir los hiragana mecanografiados a kanji, se plantean casi siempre por lo menos dos opciones (dos homófonos), y a veces incluso más de diez (intentad teclear kikan). Los cerca de 46 diferentes sonidos del japonés hacen que sea difícil que no haya homófonos. Comparad esto con el coreano, que tiene 14 consonantes y 10 vocales. Cualquiera de las consonantes puede emparejarse con cualquiera de las vocales, lo que da 140 sonidos. Además se pueden unir una tercera y a veces incluso una cuarta consonantes para crear una sola letra. Esto significa que, en teoría, podrían formarse más de 1960 sonidos (el número de sonidos que se utilizan realmente es muy inferior a esta cifra, aunque no se el número exacto). Como uno quiere leer a una velocidad muy superior a la que habla, son necesarias algunas claves visuales que informen al instante de cual es cada palabra. En Ingles se puede utilizar la forma de las palabras para al abordar la lectura de un texto, porque la mayoría de las palabras tienen formas diferentes. Prueba este pequeño ejercicio. “Hola, inlcuso auqune toads las plabrsas etsen ecsritas inorrtectamnte ¿puedse etnenderme?” El coreano hace esto también, porque tiene suficientes caracteres para formar palabras con formas únicas y diferentes. El japonés consigue ésto utilizando los kanji, sin ellos el lector se vería probablemente forzado a detenerse a cada paso para decidir, a partir del contexto, qué palabra está siendo utilizada.